martes, 27 de enero de 2009

Hasta Lusinchi votará por el SI!




Razones para votar por el si, y mentiras de la oposición


LA REFORMA NO CONTEMPLA LA ELECCIÓN INDEFINIDA, SINO LA REELECCIÓN INMEDIATA, EL PODER ESTARÁ SIEMPRE EN MANOS DEL PUEBLO

Qué es una enmienda constitucional?
La enmienda tiene por objeto la adición o modificación de uno o varios artículos de la Constitución, sin alterar su estructura fundamental.
¿Es igual la reforma constitucional votada en 2007 que la enmienda propuesta ahora?
A diferencia de la reforma consultada el 2 de diciembre de 2007, que proponía el cambio o modificación de 69 artículos y tenía por objeto una revisión parcial de la Constitución y la sustitución de varias de sus normas, la enmienda constitucional sugerida ahora apenas plantea la modificación de cinco artículos sobre un mismo tema.
¿Cuál es el objetivo de esta enmienda constitucional?
Eliminar la restricción que impide al pueblo elegir al Presidente de la República, a gobernadores, alcaldes y diputados (nacionales y regionales) cuantas veces sea posible si esa es la voluntad popular.
¿Quién la promueve?
La iniciativa parte de la Asamblea Nacional, y ha sido respaldada por millones de firmas del pueblo.
¿Es democrática y constitucional?
La propuesta de enmienda se ajusta plenamente a lo establecido en la Constitución y permite ampliar los derechos democráticos del pueblo.
¿Por qué convocar el referendo por la enmienda ahora si a Chávez le quedan otros cuatro años en el gobierno?
Porque:
Despejaría el camino hacia el futuro; permitiría trabajar en paz en los próximos cuatro años y concentrarnos en resolver los problemas del pueblo.
Frente a los posibles impactos de la crisis económica mundial para Venezuela, se necesita unidad de comando, dirección, organización y firmeza para tomar decisiones adecuadas, oportunas, que no afecten al pueblo, como ya lo hace el Presidente Chávez.
Ante las derrotas en algunas gobernaciones y alcaldías la derecha fascista mostró sus garras, atacando a las misiones y agrediendo a los bolivarianos; un adelanto de lo que pasaría en el país si llegaran al poder.
Neutralizaría al adversario en sus intenciones de convocar un posible referendo revocatorio contra el Pdte. Chávez el próximo año o en el uso de cualquier variante anticonstitucional o desestabilizadora.
Cuando se va ganando el juego no se cambia al pitcher.
¿Por qué incluir a todos los cargos de elección popular en la propuesta?
Porque:
La Revolución precisa de un liderazgo colectivo.
El Presidente solo no puede asumir la gran responsabilidad que implica la continuidad del proceso de transformación de la sociedad venezolana. Para cumplir con las expectativas y necesidades del pueblo requiere del apoyo y la participación de todos los dirigentes que son respaldados democráticamente por el pueblo.
El líder de la Revolución necesita estar acompañado por los mejores cuadros a todos los niveles. Nada más alejado de la intención personalista y totalitaria que se pretende achacar al Presidente.
Todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos consagrados por la Constitución.
Se rectifica el concepto anterior por uno más incluyente lo cual nos fortalece, hace más coherente la democracia revolucionaria. No hay temor a admitir cuando nos equivocamos.
¿Votar a favor de la enmienda significaría reelegir por siempre a Chávez y a los demás cargos?
La enmienda constitucional propuesta no garantiza la reelección automática del Presidente. Chávez debería medirse con los candidatos que se postulen para las elecciones presidenciales de 2012.
Votar a favor de la Enmienda permitiría a Chávez postularse como candidato a Presidente en el año 2012 y el pueblo decidiría si continúa o no en la Presidencia. De igual manera sucedería con el resto de los gobernadores, alcaldes, diputados y concejales.
¿Por qué votar Sí?
Porque:
En caso contrario no podríamos votar por Chávez en el 2012, perderíamos desde ahora a Chávez.
Fortalecería y consolidaría la unidad interna de las fuerzas bolivarianas en torno al líder de la Revolución, sería un mensaje contundente frente a los enemigos de la Patria, dentro y fuera de Venezuela.
Permitiría continuar haciendo los cambios necesarios para tener una sociedad mejor y derrotar los males entronizados en muchos años de gobiernos adecocopeyanos: pobreza, desigualdad, corrupción, ineficiencia, inseguridad.
Ampliaría los derechos democráticos establecidos en la Constitución, y sería el pueblo y no el tiempo lo que decidiría quién podría ser postulado para un cargo de elección popular.
Cuando alguien ostenta un cargo público y lo hace bien debería tener derecho al reconocimiento; de la misma manera que cuando lo está haciendo mal debería ser sustituido a través de un referendo revocatorio, según lo establece la Constitución.
¿Qué pasaría de no ganar el Sí?
La oposición percibiría que se abre su gran oportunidad para activar
el referendo revocatorio contra Chávez.
Sería el comienzo de una auténtica guerra de desgaste con el objetivo de volver ingobernable el país, y obligar al Presidente a resistir todo género de agresiones en los cuatro años que le restan de mandato.
Sería volver a los años del golpe de Estado y el sabotaje petrolero.
El envalentonamiento de la oposición estimularía a los enemigos internos y externos de la Revolución para planificar, organizar, financiar y ejecutar acciones de todo tipo para acelerar no solo “el fin de Chávez”, sino el de todo vestigio revolucionario.
Se activarían las más variadas formas de retaliación y venganza política contra el pueblo por parte de los oligarcas, cuyas verdaderas esencias fascistas permanecen agazapadas esperando su momento. Solo la fuerza del pueblo revolucionario organizado con su líder al frente ha permitido contener los instintos violentos, discriminatorios, explotadores de grupos económicos y políticos que militan en la oposición.
El enemigo utilizaría todos sus recursos y métodos para debilitar la Revolución y dividir sus filas, fomentando la traición.

¿Qué perderíamos?
  • Las misiones sociales y los consejos comunales.
  • Los beneficios que la Revolución y Chávez han entregado al pueblo durante estos diez años: por ejemplo, la educación, la salud, la alimentación, el empleo, la seguridad social, las empresas nacionalizadas.
  • La justa distribución de los ingresos petroleros para el bienestar del pueblo.
  • La soberanía y la independencia de la Patria.
  • La paz y la estabilidad del país.
  • La Constitución Bolivariana.
  • La democracia participativa y protagónica.
  • La continuidad del proyecto bolivariano de liberación nacional por el que tantos venezolanos han dado su vida desde las guerras de independencia hasta la actualidad.
  • La justicia social y la dignidad de cada venezolano sin distingo de origen, sexo, raza o etnia.
  • La continuidad del proceso de cambios progresistas y de integración en el continente latinoamericano cuyas naciones ven en Venezuela un ejemplo a seguir.
  • La libertad de expresión para todos.





http://www.elbrollo.com/habla-la-comunidad/223158-mis-razones-para-votar-por-el-s-en-im-genes.html

domingo, 11 de enero de 2009

EN LA ENMIENDA VA LA VIDA


La batalla por la enmienda es vital, de ella depende la posibilidad de redención, el destino de este pueblo desposeído, de este continente. Si la Revolución Bolivariana fracasa la Esperanza mundial muere.
Todas las revoluciones (las hasta ahora conocidas) se sustentan en la conexión amorosa de un líder con el pueblo desposeído. Así fue la Revolución de independencia: Bolívar emocionó, enamoró a la nación y la llevó a la liberación. Así fue con Zamora, levantó multitudes y la condujo a la guerra patria. Fabricio, Américo, se yerguen en lo profundo del sentimiento cimarrón de la sociedad.
Fidel y los barbudos establecieron puentes imperecederos con el espíritu de aquel pueblo y con la América toda, antes lo habían conseguido Martí, Máximo y Maceo.
Aquí con el Comandante Chávez la conexión amorosa se estableció y tomó caminos inéditos.
Parece que los pueblos despiertan cada cien años para intentar un sueño, y en ese momento todas las infamias se conjuran contra el sostén de la Esperanza. Muchas veces la maldad triunfa, pero el triunfo de la ignominia es siempre pasajero, aunque doloroso, retarda siglos la oportunidad de redención.
Hoy en Venezuela vivimos uno de estos momentos estelares, volvió la conexión luminosa y ha resistido a la traición y al artero ataque. Ahora vamos a una batalla vital para la continuidad del proceso: La Enmienda.
Es errado pensar que es sólo un asunto de “ampliar la democracia”, de “modificar la constitución un poquito”, de algo de poca trascendencia cuyo resultado no tendrá graves consecuencias sobre la vida.
Si planteamos el asunto así, como algo sin importancia vital, donde vale lo mismo ganar que perder, entonces estamos convocando al pueblo para una batalla fútil, una elección más, y su participación será cónsona con la calidad de la pequeña escaramuza que proponemos.
Ahora bien, al pueblo desposeído hay que decirle la verdad, sin miedo, sin miriñaques, plantearle que estamos decidiendo el destino de la Revolución, del Socialismo, porque estamos decidiendo la suerte de la conexión amorosa que sustenta a la Revolución.
Esta conexión Chávez-Pueblo es vital para la Revolución, sin ella no es pensable el Socialismo en este país. Y sin Socialismo aquí, del bueno, del verdadero, no habrá felicidad posible. La humanidad se priva de un faro necesarísimo en estos momentos de crisis por la que atraviesa.
Debemos convocar al pueblo para el Paso de Los Andes, para la Batalla de Carabobo, para la invasión de Los Cayos, esa es la magnitud exacta de la contienda.
Sólo convocando al pueblo para la grandeza obtendremos del pueblo conductas grandes, capaz de dar grandes batallas. Llamándolo a batallas insignificantes, obtendremos comportamientos mezquinos, insignificantes, sin trascendencia.
Este pueblo merece ser convocado para grandes batallas, y la Enmienda es una de ellas. Vamos a la enmienda con el orgullo de quien tiene la oportunidad de participar en una gran batalla patria. Los días de la independencia han regresado.
¡
Chávez!

viernes, 9 de enero de 2009

TODOS SOMOS PALESTINOS, por LUIS BRITO GARCÍA


Todos fuimos, somos, podríamos ser execrados por alguna imaginaria pertenencia étnica o alguna verídica adscripción cultural o política y seleccionados por ella para el gueto, el campo de exterminio, el Holocausto.


Todos fuimos, somos, podríamos ser vejados en nuestra propia tierra, discriminados en nuestra cuna, heridos constantemente por la mirada, la pedrada, el culatazo, el escupitajo de quienes se creen superiores por ser distintos y distintos por ser bestiales.


Todos fuimos, somos, podríamos ser expulsados de nuestro país y reducidos a hileras de pasos que deambulan de uno a otro campo de refugiados sin más horizonte que el alambre de púas.


Todos fuimos, somos, podríamos ser el hambre sin pan, la sed sin agua, la intemperie sin paisaje, la memoria sin recuerdos, la enfermedad sin medicina, la herida sin venda, la quemadura sin analgésico, la amputación sin anestésico, el dolor sin justicia, la muerte sin sentido.


Todos fuimos, somos, podríamos ser víctimas de la limpieza étnica, de los bombardeos contra la población civil, de las bombas de racimo, de la fosa común, de las guerras relámpago que oponen nuestra carne a los carros blindados y nuestros ojos a la invasión de la muerte.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los huérfanos, los deudos, los sobrevivientes, los solitarios, los acorralados, sin más compañía que el recuerdo, sin más familia que la lágrima ni más hijo que el alarido ni más hermandad que el desvelo.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, los amedrentados por el alarido de las sirenas y el anonimato de las maquinarias de la guerra, los soldados desconocidos, las bajas estimadas, los cuerpos contados o las tumbas sin nombres.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, Noche y Niebla, pero también Plomo Fundido.
Todos fuimos, podríamos ser, somos, los culpables de vivir, los ejecutados por el crimen de tener razón, los muertos en aras del espacio vital, los sentenciados por los dividendos, los condenados en las rebatiñas por la energía fósil, los degollados en nombre del Dios del Amor, los satanizados por lo medios, los agredidos representados como agresores, los borrados por el eufemismo, los daños colaterales, los desechables, los prescindibles.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los monstruos que ejecutan las atrocidades o que dicen vengar atrocidades cometiéndolas contra inocentes o las consagran con la indiferencia, la inactividad, la pasividad, la complicidad, el silencio.
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